FILOMENA IACOVINO – AUSTRALIA
La cocina italiana es amada en todo el mundo también porque los italianos están en todo el mundo y la pasión por la comida es sinónimo de sentirse como en casa! También Filomena es parte de la divulgación del amor por la enogastronomía italiana en Australia.
Nació en Grassano en 1927, hija de Angelo Marco Iacovino y Maria Maddalena Abbatangelo. Huérfana de padre con solo 5 años, frecuenta solo los tres años de escuela primaria de base y pasa su juventud trabajando en los campos con las hermanas; aprende a coser, a bordar y a hacer la comida observando a la madre.
Filomena conoció a Pasquale Amato en 1946. Soldado, fue prisionero de guerra y pasó años en una granja en Australia Oriental. Los dos se quieren y en 1948 se casan.
Filomena está embarazada y los dos esposos deciden emigrar. Para pagar el viaje venden parte de la propiedad, cargan los baúles en el carro y van a la estación de Grassano por un tren hasta Nápoles y luego, el 9 de enero de 1949, empieza el largo viaje en barco a Australia. Como emigrantes, los dos están separados y Filomena está en el camerón con mujeres y niños; sufre el viaje, no duerme, no come y pasa todo el tiempo que puede en el puente abrazada a su marido y haciéndose preguntas sobre el futuro.
Llegaron a Fremantle el 25 de febrero de 1949. En un primer momento se establecen en el suroeste de Australia en Gnowangerup, un pequeño pueblo, viven en una granja y crían ovejas de las que obtienen lana.
En 1949 nace su primera hija, Margarita. Con la llegada del cuñado de Pasquale, Eustacchio, los dos cuñados dejan la granja y se ponen en el campo de las construcciones.
En 1951 la familia se traslada a Katanning, un pueblo un poco más grande; aquí nacen otros tres hijos: Stefano, Angelo Marco y Maria Maddalena y abren el Café de Rover, en el centro del pueblo, donde Filomena pone en práctica su gran pasión: la cocina. Después de varios años, los cónyuges se trasladan de nuevo, esta vez a la costa de Albany, luego a Torbay, donde en 1963 abren una quesería.
A principios de los años 70 se mudaron a Perth, donde comenzó la producción de vino australiano, su última aventura enogastronómica.