Lo han definido como «el que salvó el tango» y así parece que la identidad argentina debe estar agradecida precisamente a un lucano que con su talento ha permitido revivir hasta nuestros días un pilar de la cultura del gran país sudamericano.
Hablamos José Libertella, nacido el 9 de julio de 1933 en Calvera, en el corazón de los Apeninos lucanos, y emigrado a menos de un año a Buenos Aires, Argentina, crecido en el «barrio» de Villa Lugano y pronto comenzó a tocar ilbandoneón.
Un talento precoz que lo lleva ya de adolescente, a finales de los años 40, a tocar en prestigiosas orquestas de tango y a fundar en 1973 el Sexteto Mayor.
Considerado uno de los artífices del renacimiento del género musical en los años 80 por el período de decadencia, iniciado en los años 60. Desaparece en París a los 71 años, el 8 de diciembre de 2004.
La figura y el «mito» de José Libertella son hoy recuperados y celebrados precisamente por su comunidad de origen en Basilicata y precisamente en vista del año del Turismo de las Raíces, la comunidad del pequeño municipio lucano está organizando eventos y proyectos para favorecer el turismo de retorno.